Evaluar en pandemia: la experiencia de docentes y estudiantes de la FCF

Desde el comienzo del Aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), la cursada universitaria debió adecuarse a la modalidad virtual y superar diferentes limitaciones. A más de cien días de la medida dispuesta por el Gobierno Nacional para prevenir contagios de Covid- 19, tomar exámenes online, fue un nuevo desafío que se debió enfrentar. En esta nota, el testimonio de dos profesoras y dos alumnos de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM.

 

Aprender, evaluar y ser evaluados detrás de una pantalla. Los nuevos hábitos a los que el coronavirus impulsó, caló profundo en la vida de docentes y estudiantes que desde el comienzo de la cuarentena, debieron adecuarse a una modalidad diferente y difícil, pero también con nuevos valores.
Transitar este camino en la Facultad de Ciencias Forestales (FCF), donde las prácticas y salidas de campo juegan un rol fundamental en cada carrera, significaron muchos cambios en un lapso de tiempo muy corto pero al mismo tiempo dejaron nuevas enseñanzas jamás imaginadas tanto por los profesores como para los alumnos y alumnas.
Noelia Rivaldi es profesora de la cátedra Zoología y Fitopatología Agrícola del Profesorado Universitario en Ciencias Agrarias , explicó que su proceso pasó de la frustración a la satisfacción. Con su equipo, debió repensar cómo transmitir el contenido de la asignatura sin perder la calidad, atravesando todo tipo de limitaciones que fueron desde la falta de conocimientos en herramientas de la comunicación, hasta la conexión a una red wi-fi que las y los estudiantes podían tener desde cada una de sus realidades.
“Repensar fue un proceso complejo, siempre estábamos en la duda si íbamos por la dirección correcta o no. Fue fundamental el acompañamiento de la Secretaría Académica para tomar decisiones ya que nos brindaron lineamientos para que nos podamos ajustar. Terminamos muy contentos, la experiencia después de tomar exámenes fue buena porque salió todo como se planificó”, comentó Noelia.
La docente explicó que el vínculo que se creó en este contexto, fue mucho más estrecho que en la presencialidad.
“La verdad que siempre el vínculo que sostenemos con esta carrera es muy fraternal y eso hace que sepamos las historias de casi todos los estudiantes. Sabemos que la mayoría tiene su familia, trabajan, tienen particularidades muy diversas. No queríamos que por no tener acceso al aula virtual queden afuera del sistema”, expresó.
De esta manera, reconoció el doble desafío que significa esta nueva modalidad para los estudiantes que deben aprender y llevar esto a su vida profesional.
“Nunca imaginamos que íbamos a tener que dar clases virtuales al 100% porque la materia es bastante práctica, tiene un contacto muy real con los sistemas agropecuarios. En este caso tuvimos la ventaja de que la mayoría de los chicos viven en la charca o están cerca de espacios donde pudieron realizar prácticas importantes.
Esto nos ayudó a que podamos cumplir en que puedan tocar, reconocer y problematizar muchas situaciones”, dijo Rivaldi.
Daniela Cabanne es docente de las materia Química General y Química Biológica del Profesorado en Biología y reconoció que adaptar una asignatura que tiene un porcentaje importante de contenidos prácticos al dictado online, fue “un desafío personal” .
En su vivencia tomando examen, afirmó que junto al titular de la cátedra el Bioquímico Jorge López, fue difícil pensar una estrategia que se adapte al contexto ya que no se contaba con la posibilidad de que el alumno tenga un pizarrón y pueda explicar de manera oral sin un tiempo de exposición definido. Esto teniendo en cuenta de que se trata de una materia muy práctica y con muchas fórmulas.
“Decidimos darles una situación problemática acompañada de preguntas guías que abarcara varios aspectos del programa. El estudiante debía responder en un tiempo estipulado el problema y luego en una instancia online, realizar la defensa oral. Por ser una primer experiencia considero que fue positiva”, aseguró Daniela pero aclaró que no dejó de sentir la distancia con el alumno/a.
Al desafío para esta docente, se sumó “perder el miedo de grabar videos y aprender a editarlos”, algo totalmente nuevo para su carrera donde además, la preocupación de que si el estudiante los seguía o entendía, siempre estaba.
Daniela se definió como una persona de “la tiza y el pizarrón”, herramientas difíciles de conseguir en este contexto. Tanto para ella como para Noelia, el límite de la conexión a redes de wi-fi de sus alumnos fueron una limitante que debieron afrontar.
Ambas entendieron que es una realidad que les tocó vivir pero también lo toman como una oportunidad para aprender, crecer, repensar su labor docente y ser más creativas. La contención fue una clave para seguir con el dictado y a pesar de todo, finalizaron la primera etapa de manera satisfactoria.

Del otro lado: los estudiantes

Atravesados por la realidad social e individual, del otro lado de la pantalla estaban los estudiantes, quienes también debieron adecuarse a estas modalidades para seguir avanzando con sus estudios.
Christian Bidermann cursa la carrera de Ingeniería en Industrias de la Madera y fue uno de los que rindió exámenes de forma totalmente virtual.
“A mi me tocó rendir de forma escrita, esto consistía en ingresar al aula virtual a la hora acordada con los docentes y descargar un archivo con las consignas que había que resolver en un Word. Luego de los 60 minutos que era el tiempo para hacer el examen, había que subir este archivo al aula virtual nuevamente para su posterior corrección”, comentó.
En su caso, al estar a de 200 kilómetros de las instalaciones de la FCF, pudo hacer la evaluación desde “la comodidad de su hogar”, así lo definió y a su vez afirmó que le pareció una manera muy buena y práctica de avanzar con la cursada.
Christian comentó que al comienzo le fue difícil acostumbrarse, seguir las clases por Zoom. “Me parecía que le hablaba a la pantalla y a la nada. No sabía qué decir”, manifestó. Pero con el tiempo pudo superar esta limitación y ahora se siente muy cómodo.

Enrique Trinidades es otro alumno de la FCF y actualmente se encuentra cursando Profesorado en Ciencias Agrarias. Esta fue la primera vez que rindió de manera virtual, contó que en el momento se encontraba nervioso y que su mayor preocupación era respecto al internet pero al final todo salió bien y fue una linda experiencia.
“No se me hizo difícil. Nos conectamos con las docentes al mismo tiempo, me preguntaron cómo estaba, como todo examen final. Tuve que desarrollar mi tema y cuando querían hacerme preguntas me paraban y me las hacían”, dijo y agregó que le gustaría que en todos los niveles se pueda contar con esta oportunidad.
En cuanto al acompañamiento docente, ambos alumnos afirmaron que fue muy bueno. Que se comunicaban por email o Whatsapp para coordinar horarios de rendida o para consultas. Si bien los dos estuvieron preocupados por la conexión a internet, no tuvieron ningún tipo de problema y pudieron desarrollar la experiencia de la mejor manera.
Tanto Christian como Enrique coincidieron en que no fue difícil, que fue como rendir cualquier otro final e incentivaron a sus compañeros /as a preparar materias y rendir para así “adelantar la carrera”.

Las evaluaciones como una parte integral del proceso

Para Cristina Bischoff, secretaria Académica de la FCF, las prácticas de evaluación son parte integral de los procesos de enseñanza y aprendizaje ya que permiten valorar los avances de los estudiantes y también de la propuesta formativa desarrollada.
Para ella, ningún proceso educativo podría considerarse completo sin tener en cuenta este paso que permite valorar lo realizado.
“Desde el inicio del ASPO, la pregunta por la evaluación ocupó un lugar central en el Plan de Contingencia desarrollado por la FCF y en cada etapa se fueron tomando decisiones para ir construyendo un sistema de evaluación adecuado para la virtualización”, aseguró.
Bischoff explicó que las defensas de tesis y trabajos finales fueron las primeras en habilitarse en modalidad virtual, llevando actualmente 30 graduados de todas las carreras. Asimismo, desde junio se están desarrollando mesas extraordinarias para quienes se encuentren con una cursada avanzada que a finales de este mes, llegará a 151 inscriptos.
“En la mayoría de los casos se utilizan videoconferencias que se programan desde la Secretaría Académica, en acuerdo con los docentes integrantes del tribunal. También en casos de exámenes libres o que requieran instancias prácticas, se recurre a herramientas del aula virtual que permite ejercicios prácticos, estudios de casos, presentación de herbarios virtuales o monografías breves que luego son presentadas en instancias orales ”, deslizó.

Para el segundo cuatrimestre, se espera la readecuación del calendario académico para que de esta manera, las mesas de examen en la modalidad virtual puedan alcanzar también a estudiantes que se encuentren en el tramo inicial e intermedio de sus carreras.